Cultivar relaciones
No solo cultivamos hierbas, también cultivamos relaciones. Y lo hacemos de la manera más sostenible que podemos. Estos son los estándares que nos guían.
Pensar en términos generacionales
Hemos recorrido un largo camino desde nuestros inicios, en 1930. Como negocio familiar, pensar a largo plazo es parte de nuestra esencia. Algunas de nuestras más de 100 colaboraciones de cultivo orgánico se han forjado a lo largo de varias décadas y generaciones. Gracias a contratos de larga duración con precios fijos garantizados, damos estabilidad económica a los agricultores y sus familias, al tiempo que preservamos el entorno rural y la economía agrícola local.
Dar y recibir
En la actualidad, Ricola se disfruta en más de 45 países, gracias a nuestras colaboraciones agrícolas. Queremos que las comunidades en las que operamos se beneficien de nuestros logros. Por eso brindamos formación en agricultura sostenible y cultivo de hierbas de alta calidad. Colaboramos con nuestra red de agricultores para reforzar la gestión medioambiental y el espíritu comunitario.
Garantizar la sostenibilidad
La sostenibilidad es un elemento integral de nuestro compromiso con las colaboraciones duraderas que empieza con el cultivo de hierbas en cumplimiento del estándar Bio Suisse y después se extiende a toda la cadena de suministro. Queremos conocer a nuestros colaboradores lo mejor posible. Para garantizar la sostenibilidad y la transparencia, trabajamos estrechamente con organizaciones externas, como B Corp, Ecovadis (puntuación de sostenibilidad de los proveedores) y Sedex (organización de socios de comercio ético) para calificar nuestras labores en materia de sostenibilidad.
Proteger la biodiversidad
La biodiversidad es importante para nosotros. Por eso, trabajamos con nuestros colaboradores para proteger y mejorar la biodiversidad en nuestras cadenas de valor. Por ejemplo, colaboramos con IP Suisse, una de las organizaciones de producción agrícola más importantes de Suiza. IP significa Integrated Production y requiere que los productores sigan ciertos estándares de producción para garantizar una agricultura biodiversa y respetuosa con el clima. Con esta colaboración, respaldamos el cultivo sostenible del betabel, o remolacha azucarera, del que necesitamos 190.000 toneladas cada año.
