¿Pimpinela como remedio para la peste?
Para los nativos americanos, la pimpinela era lo que el ginseng para los chinos o la raíz de taiga para los rusos: un salvavidas y un tónico esencial de la fuerza. «Coma ajo y pimpinela y no morirá tan rápido», nuestros antepasados en la Edad Media recomendaban protegerse de la peste con un aliento purificado.