Consejos para salvar al mundo desde tu sofá

Desde hace ya algunos años que nuestra conciencia social está aumentando. Hoy ya no tenemos dudas de que nuestros actos tienen consecuencias y de que cuidar el medioambiente se ha vuelto un hecho necesario para la prosperidad de la especie. El cuidado del medio ambiente es una tendencia que lejos está de ser nueva, pero sí que es cierto que en los últimos años ha ido ganando cada vez más espacio en los medios y en la gente, que está más involucrada que nunca. Prueba de ello es la manifestación mundial que tuvo lugar el pasado septiembre y en el que millones de personas se manifestaron contra el cambio climático haciendo llegar el reclamo, incluso, a la Asamblea General de Naciones Unidas en la que se estaba tratando el tema.

Al contrario de lo que pueda pensarse, ser sostenible y contribuir a vivir en un planeta más “sano” no es una tarea difícil. Lo cierto es que cada uno de nosotros puede realizar pequeñas acciones desde la comodidad de nuestros hogares, que promuevan la sostenibilidad y ayuden a reducir los efectos del cambio climático que tanto mal le hacen al planeta. Si quieres aportar el tuyo y promover la sostenibilidad en tu día a día, puedes comenzar por incorporar a tu rutina estos hábitos

1. Reduce el uso de plásticos

Seguro que no es la primera vez que escuchas este consejo. El plástico puede tardar entre 100 y 1.000 años en degradarse y se utiliza tanto que las cantidades de basura que genera son alarmantes.  

Lleva tu bolsa de tela para ir al mercado y compra a granel. Ten siempre contigo una botella de vidrio para el agua y pide el café en tu propio vaso reutilizable. Utiliza contenedores de vidrio. Y por supuesto, ¡olvídate de las pajitas!

2. No derroches agua ni energía

Acuérdate de cerrar el grifo mientras estés fregando los platos o cepillándote los dientes, toma duchas cortas y evita los baños de inmersión. Apaga las luces cuando sea de día o cuando te estés yendo de algún sitio o habitación. Desconecta los aparatos electrónicos cuando no los estés usando y utiliza bombillas de bajo consumo.

¡Una vez que incorpores el hábito, luego no tendrás ni que pensarlo!

3. Separa los residuos

No es tan difícil como crees. Las ciudades están cada vez más preparadas y los contenedores en las calles son de gran ayuda.

En tu casa, con tener dos bolsas de residuos separadas, para empezar, es suficiente. Separa en una lo orgánico y en otra lo inorgánico.

4. Minimiza el uso de automóviles

Si sueles desplazarte en coche, haz la prueba y cambia. Prueba la bicicleta, los transportes públicos, o, si puedes, camina. También puedes optar por los viajes compartidos.

Evitando el coche no sólo generarás menos emisiones tóxicas, sino que evitarás atascos, ahorrarás dinero en gasolina y parkings y llegarás a los sitios más relajado. 

5. Conoce la materia prima de lo que consumes

No solo de los alimentos, sino también de todos los productos que utilices. Intenta escoger aquellos basados en procesos de producción naturales y respetuosos con el medio ambiente y que no contengan elementos que dañen la naturaleza.

No hace falta que tires todo lo que ya tienes y comiences desde cero. Puedes ir haciéndolo progresivamente, a medida que los tengas que ir reponiendo o puedes elegir uno para empezar e ir haciéndolo progresivo en el tiempo.

6. No desperdicies la comida

Compra lo que vas a comer. Si te sobra, regálalo y no lo tires.

En nuestro país, se tiran 1.300 millones de kilos de comida en buen estado al año. Alarmante, ¿no?

7. Corre la voz  

Es lo más fácil. Los buenos hábitos también se contagian. Si cuentas tus buenas experiencias, despertarás el interés de otras personas que puedan estar dudando y se animen a dar el paso.

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