¿Se te ha tapado la nariz y tienes dificultad para respirar?

A todos nos ha pasado que se nos ha tapado la nariz completamente y tenemos dificultad para respirar. Además, al sonarte no sale nada y te escuchas extraño al hablar. Es una situación bastante molesta y el deseo de aquel momento es volver a estar bien, que pase rápido.

Realmente, una nariz congestionada es fruto de tener los vasos sanguíneos inflamados en los senos nasales y no de tener un exceso de mucosidad. Existen varias formas de evitar que tengas dificultad para respirar y puedas destapar tu nariz congestionada de un modo sencillo, rápido y natural.

Cómo destapar la nariz

Seguro que en varias ocasiones te has preguntado “Cómo destapar la nariz”. Te vamos a ofrecer consejos para que puedas descongestionar la nariz:

  • Toma una ducha. El vapor de la ducha te puede ayudar a disolver la mucosidad en tu nariz y a que dejes de notar esa dificultad para respirar, al menos por un rato.
  • Vapor de agua. Pon una olla con agua caliente pero vigila no quemarte. Puedes añadirle aceite esencial de eucaliptus. Puedes colocar tu cabeza con una toalla encima de la cabeza, dejar que el vapor se acumule y tomar respiraciones profundas.
  • Humidificador. Es una manera rápida y fácil de reducir la molestia en los senos nasales y aliviar la nariz congestionada. Una máquina deshumidificadora convierte el agua en humedad que llena lentamente el aire, aumentando la cantidad de humedad en una habitación. Si se respira el aire húmedo hace que se ablanden los vasos sanguíneos inflamados en tu nariz y senos nasales, aparte de los tejidos irritados. Se disuelve la mucosidad en tus senos nasales, de modo que vacía los líquidos de tu nariz y hace que puedas volver a respirar con normalidad. Es aconsejable poner un humidificador en la habitación.
  • Puedes drenar tus senos nasales. Puedes enjuagar tus fosas nasales mediante un lavado nasal.
  • Hidrátate. Cuando tengas dificultad para respirar es recomendable consumir muchos líquidos como agua, jugo y bebidas deportivas. Esto ayudará a disolver la mucosidad en tus fosas nasales y empujará los fluidos hacia afuera de tu nariz, aparte de disminuir la presión en tus senos nasales. Si además de la congestión nasal tienes mucha molestia en la garganta, una solución puede ser tomar sopa caliente y té para aliviar molestias.
  • Usa una compresa tibia. Moja una toalla o una compresa en agua tibia y exprime el agua. A continuación la puedes doblar y colocar sobre tu nariz y frente.
  • Hay quién se pregunta si se puede salir a correr con los primeros síntomas de un resfriado. Podría llegar a ser aconsejable para abrir vías respiratorias y expulsar la mucosidad. Si tienes dificultad para respirar o fiebre, ni te plantees salir a correr.
  • Haz un ligero masaje. Sitúa los dedos en la zona del entrecejo y haz pequeños círculos durante unos minutos. También lo puedes hacer en las alas de la nariz e incluso en el área situada entre la nariz y el labio superior. Son ejercicios que sirven para abrir las fosas nasales, así que después te puedes sonar la nariz.

Ejercicios de respiración para descongestionar la nariz

Si tienes dificultad para respirar, hay ejercicios de respiración que pueden ayudar a liberar las fosas nasales al momento, aunque no elimine la mucosidad calmará la molestia. Los ejercicios de respiración son los siguientes:

  • Ponte sentado, inhala y exhala de un modo suave por la nariz. A continuación puedes cerrar ambas fosas nasales con los dedos. Sacude tu cabeza hacia arriba y hacia abajo, o de un lado a otro hasta que sientas la necesidad de respirar. E inhala lentamente por tu nariz o los labios fruncidos (si aún sientes dificultad para respirar por la nariz). Respira con calma durante de 30 segundos a un minuto y repítelo unas cinco veces más.
  • Toma una pelota de tenis y hazla rodar sobre tu cuerpo. Masajea la parte superior de tu cuerpo con una pelota de tenis o de masaje, esto ayudará a relajar los músculos.
  • Respiración abdominal. Ponte acostada boca arriba y dobla las rodillas. Coloca una mano sobre el abdomen, justo debajo de la caja torácica, y la otra sobre el pecho. Ahora inhala de manera lenta por la nariz y notarás cómo el estómago se expande bajo tu mano. La mano que tienes sobre el pecho no debería moverse. Exhala poco a poco por la nariz o a través de los labios fruncidos y sentirás cómo tu abdomen se va desinflando y regresa a su posición natural. Repítelo de cinco a diez minutos. Cuando te vayas sintiendo más cómoda puedes practicar este ejercicio sentada o de pie, como prefieras.
  • Relajación del cuello. Puedes acostarte boca arriba y colocar un libro grueso bajo tu cabeza. Después, gira la cabeza hacia la izquierda y coloca la pelota de tenis en la parte de arriba del cuello detrás de la oreja. Respira de un modo profundo cinco veces, asiente suavemente unas tres veces y sacude la cabeza tres veces más. Después cambia de lado.
  • Desplazamiento intercostal. Ponte de pie, con el perfil hacia la pared. Luego levanta tu brazo por encima de la cabeza. Lo más cerca de la pared que puedas, y coloca la palma de la mano sobre la pared. Pon la pelota bajo la axila, arriba de las costillas, y a continuación te apoyas sobre la pared (con la pelota en la espalda) y te vas moviendo de un lado para otro. Baja la pelota un poco y repite el masaje en los músculos que se encuentran en la zona de las costillas, hasta llegar a las costillas inferiores. Puedes repetir con el otro lado.
  • Desplazamiento pectoral. Si te paras frente a una pared, puedes colocar la pelota de tenis bajo la clavícula a la altura del esternón. Te puedes recargar sobre la pared y hacer rodar la pelota de un modo lento, de un lado a otro, a lo largo de la zona de debajo de la clavícula varias veces. Repítelo con el otro lado del pecho.
  • Desplazamiento con la espalda alta. Puedes ponerte de espaldas a la pared y colocar la pelota en la parte superior del músculo superior de la espalda y apoyarte en la pared. Rueda la pelota lentamente, a lo largo del borde exterior del omóplato doblando y enderezando tus rodillas, y levantando y bajando talones. Repite en el otro lado.
  • Postura del gato. Puedes colocarte en el suelo con la postura que parece un gato, de cuatro patas. Mientras inhalas, vas dejando caer el abdomen. Puedes llevar el pecho hacia adelante y mirar hacia arriba. Luego exhala y lleva la barbilla hacia tu pecho y encorva la columna vertebral. Es como la posición de yoga conocida como ‘gato’. Realiza de tres a cinco respiraciones, al paso que dicta tu respiración.

Estos ejercicios de respiración junto con los consejos que te hemos explicado sobre cómo destapar la nariz, seguro que serán unos buenos aliados para mejorar tu dificultad para respirar. 

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