No te pierdas ningún olor: causas y consejos para una nariz tapada

Si hay una sensación incómoda para recuperar la rutina tras el verano, es la de la nariz tapada.

La congestión produce, literalmente, que sintamos que nos cuesta respirar, que el aire no fluye por nuestra nariz y que nos perdemos cientos de olores.

La nariz tapada hace que nos cueste más hacer cosas tan básicas como hablar, comer o dormir. ¿Cómo se produce esta sensación tan incómoda? Esta es la explicación: los tejidos que recubren la nariz en su interior se inflaman y reducen la cavidad nasal, es decir, no permiten que el aire pase con fluidez y sentimos que tenemos la nariz tapada.

¿Por qué pueden inflamarse estos tejidos? Por diferentes motivos, pero los más comunes son un resfriado, una alergia o una gripe. Cada persona es diferente, y puede ser que seas una persona muy propensa a tener congestión o bien que sea más difícil que te ocurra.

Sea cual sea la razón, queremos que huelas la vida. Los olores evocan momentos, personas o lugares, y nuestro deseo es que puedas vivirlos y revivirlos tantas veces como quieras. Te contamos todo sobre la nariz tapada, cómo evitarla y cómo ayudar a que el aire fluya.

¿Por qué tengo la nariz tapada?

Las razones por las que podemos sentir la nariz tapada son muchas y muy diferentes. En general, es importante conocer algunos detalles sobre el funcionamiento de nuestra nariz para saber cómo tenemos que cuidarla y prevenir así, dentro de lo que cabe, la posibilidad de congestión.

Nuestra nariz, ya sea pequeña o grande, tiene una función muy importante para nuestro organismo. Es la encargada de adaptar el aire que inspiramos a las necesidades de nuestro cuerpo. Así, regula la temperatura, humidifica y purifica el aire que respiramos.

Habitualmente, la congestión se produce por un virus o bacteria o por alérgenos como el polen o el polvo. Estas son algunas de las causas más comunes que provocan que tengamos la nariz tapada:

  • Un resfriado común, especialmente habitual ahora que empieza el cambio de estación y el termómetro empieza a marcar cada vez menos grados.
  • Una gripe.
  • Las alergias.

Además, hay otros factores que pueden crear que tengamos más opciones de tener la nariz tapada como pueden ser:

  • El humo del tabaco, así como de los tubos de escape.
  • La contaminación, en general, que es muy habitual en las ciudades grandes con tráfico, por ejemplo.
  • Los ambientes demasiado secos o demasiado húmedos
  • Los cambios bruscos de temperatura, por ejemplo, al entrar al transporte público o a lugares con aire acondicionado.

Es importante que cuidemos nuestra nariz para prevenir que se nos tape con frecuencia. Una nariz por la que el aire fluye sin obstáculos, es una nariz feliz. Una persona que puede respirar hondo, es también una persona un poco más feliz. Te contamos algunos trucos para evitar tener la nariz tapada.

Qué hacer para evitar tener la nariz tapada

Aunque a veces no seamos conscientes de ello, los buenos hábitos de nuestra rutina afectan a todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo. También a nuestra nariz. Por eso, algunas de las medidas para intentar prevenir que se nos tape la nariz son básicas a la hora de llevar una vida sana.

  • Trata de beber abundantes líquidos, entre 1 y 2 litros al día. Esto ayudará a diluir las mucosas y que estas inflamen los vasos nasales. Además, si estás empezando a tener congestión, ayudará a eliminarla con más facilidad.
  • Evita el tabaco y el alcohol.
  • Lleva una dieta equilibrada y procura añadir alimentos con vitamina C para mejorar la respuesta inmunológica del cuerpo ante agentes que pueden provocar catarros o gripes cuya consecuencia sea la nariz tapada.
  • Ventila bien los espacios donde pasas tiempo, ya sea en casa o en el trabajo. De esta forma renuevas el aire y evitas que se concentren ácaros y otros agentes que pueden ser dañinos para nuestra nariz.

Además, para evitar la congestión nasal puedes también adquirir otros hábitos que afectan directamente a esta parte de nuestro cuerpo y lo cuidan. Igual que cuidamos nuestra piel, con cremas hidratantes, por ejemplo, es importante cuidar también nuestra nariz y el aparato respiratorio. Aquí te explicamos algunos sencillos pasos para hacerlo.

  • Evita crear ambientes demasiado húmedos o demasiado secos. Para evitar los ambientes húmedos es recomendable tender la ropa fuera de casa, ventilar bien el espacio, utilizar saquitos de absorción de la humedad o deshumidificadores. Cuando el ambiente es demasiado seco puedes utilizar humidificadores o colocar agua hirviendo en la estancia que desees.
  • Realiza lavados nasales con agua con sal o suero fisiológico cuando sientas los primeros síntomas de congestión, como una leve dificultad para respirar o moqueo. Se trata de limpiar nuestra nariz por dentro con mucho cuidado. Existen productos que te facilitan esta limpieza, pero también puedes hacerlo de modo casero con una jeringa, por ejemplo. Ten en cuenta que no debes hacerlo tantas veces como quieras, consulta las indicaciones del producto o pregunta en tu farmacia las recomendaciones de uso.
  • Evita exponerte a los alérgenos que te pueden provocar congestión, así como a agentes dañinos como la contaminación de los coches.

A pesar de seguir estas recomendaciones, es posible que, de vez en cuando, sientas que tienes la nariz tapada ya sea por alergia, por el cambio de temperaturas o después de pasar un catarro. Por suerte, existen cientos de remedios tradicionales para ello, así como productos que te ayudan a superar estos malos días.

Remedios caseros para descongestionar la nariz

Cuando ha sido inevitable prevenir la congestión nasal y tienes la nariz tapada, es hora de ponerte manos a la obra para recuperar tu forma habitual de respirar y seguir siendo tú misma y darlo todo de ti sin que nada te frene.

Hay una gran variedad de remedios caseros para destapar la nariz cuando nos cuesta respirar. En general, son soluciones al alcance de cualquiera y que pueden incluso ser agradables y ayudarte a terminar tu día como si estuvieras en un spa. ¿En un spa? Sí, sí, has leído bien…

  • El vapor es un muy buen aliado para ayudar a eliminar las mucosas que están obstaculizando el paso del aire en tu nariz. Por eso, uno de los trucos más agradables para descongestionar la nariz es crearte tu propia sauna en casa. Regálate una ducha de agua caliente o inhala el vapor del agua hirviendo con hojas de eucalipto, por ejemplo.
  • Bebe un té calentito de plantas naturales que ayudan a destapar la nariz como pueden ser la menta o el eucalipto.
  • Relájate con una compresa de agua caliente, o una toalla con agua caliente y aceites esenciales. Colócala sobre tu cabeza y trata de no pensar en nada más que en disfrutar del momento.

Nuestra nariz cumple una función mucho más importante de la que, a veces, somos conscientes. Una nariz tapada nos impide oler los momentos más especiales, guardar en aromas los mejores recuerdos e incluso seguir un instinto que es básico. Para que esto no ocurra, cuida tu nariz, la forma en la que respiras y ¡no dejes escapar ningún olor!

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