En la mitología germánica, el marrubio simboliza una especie de planta que está siendo alcanzada por un rayo. Quien lanza el rayo es el Dios del Trueno, Thor, también conocido como Donar. Los teutones creían que el marrubio había impedido el impacto sobre un hombre impío y, desde aquel momento, le atribuyeron el poder del rayo. Según la propia mitología: la corona de flores blancas que presenta la hierba lo corrobora.